4 de diciembre de 2023
Aquí dejamos un resumen de nuestra selección de las noticias más relevantes de la semana pasada sobre el agua en Chile y el mundo.
Las intensas lluvias que caracterizaron los últimos meses a gran parte del país, podría significar el fin estadístico de la megasequía, fenómeno que afectaba a Santiago y la zona central desde hace largos 14 años (desde 2009).
En las últimas temporadas Chile se había acostumbrado a tener un final de primavera calurosa, sin lluvia y con temperaturas de verano. Sin embargo, en 2023 eso cambió en cierta medida, marcando el fin de la primavera meteorológica, que es la usada por los meteorólogos y climatólogos y que va desde el 1 de septiembre al 30 de noviembre, distinta a la astronómica, que culmina el 21 de diciembre.
Finaliza la primavera meteorológica con el término de la megasequía y varios récords El último mes de la primavera se convirtió en el más lluvioso de los últimos 13 años con 28,4 mm de agua caída, aunque aún lejos de 2010, que alcanzó 37 mm de lluvia. En 2021, 2020, 2019, 2018, 2017 y 2016 no llovió. El récord histórico absoluto de precipitaciones para noviembre es de 1978 con 82 mm, seguido por 2004 con 59 mm.
Además, noviembre de 2023 es el séptimo noviembre más lluvioso registrado en la capital en los últimos 70 años y la primavera meteorológica que acaba de finalizar entró en el top 5 de primaveras más lluviosas registradas en la capital desde 1950. Además, es la con más precipitaciones desde el año 2000, es decir, la con más agua caída en 23 años.
Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, dice que “los últimos seis meses en la zona central (entre la Región de Valparaíso y la Región de Ñuble) han sido los mas lluviosos desde 1997, es decir, en largos 25 años”.
Las precipitaciones del último semestre fueron suficientes para asegurar que, entre la Región de Valparaíso y la Región de Ñuble, el año cierre con un pequeño superávit de precipitaciones por primera vez desde 2008.
En Santiago, el año anota 310,7 mm de agua caída, muy cerca del anterior récord de 2008, cuando la capital registró 350,8 mm de agua caída. “Las precipitaciones de este año por lo tanto, cortan en la zona central la larga racha de más de 14 años de déficit de lluvia, es decir, el período conocido como megasequía”, dice el climatólogo.
“Aunque este 2023 cortó el período 14 años con déficits consecutivos en la zona central, terminando estadísticamente la megasequía, las consecuencias de ésta no han sido superadas, ni lo serán en el corto plazo. Un año de superávit no puede, ni remotamente, compensar los daños provocados por 14 años consecutivos de déficits”, agrega.
Por ejemplo, “aunque en algo se recuperaron los niveles en algunos reservorios y embalses, los niveles están lejos de ser los normales. Lo mismo sucede con los niveles de los acuíferos”, indica Cordero.
Finaliza la primavera meteorológica con el año más lluvioso en 15 años Ha sido un año extraño en materia climatológica y meteorológica, de eso no hay dudas. A lo descrito durante noviembre, se suma lo sucedido recientemente en octubre, que también se comportó de manera poco habitual, con jornadas de precipitaciones y días fríos.
El décimo mes del año finalizó como uno de los “octubre” más fríos de los últimos años. La temperatura máxima promedio en Santiago fue de 21,8°C, es decir, medio grado bajo la máxima típica para el décimo mes del año, que es 22,3°C, lo que lo posicionó como el más frío desde 2015 (hace ocho años), aunque aún lejos del récord absoluto de octubre de 1953, de 18,1°C.
Cordero establece que no es una coincidencia que octubre haya sido en la zona central relativamente frío. “En la última década los tres meses de octubre más fríos registrados en la capital fueron todos años del fenómeno de El Niño: 2015, 2017, y 2023. Aunque, a pesar de la baja en la temperatura registrada en la zona central en los últimos dos meses, este 2023 se mantiene en el podio de años más cálidos jamás registrados en la capital (entre el 1 de enero y el 30 de octubre), solo por detrás de 2020 y 2016″.
Aunque de todas formas, cerró en la capital con precipitaciones por debajo de valores típicos. “Durante octubre de 2023, las lluvias en Santiago no superan los 5 mm, lejos de los 12 mm considerados típicos. Además, Santiago completó seis años consecutivos con precipitaciones bajo valores típicos en este mes, la última vez que tuvimos un octubre considerado lluvioso en la capital fue en 2017″, añade Cordero.
“De cualquier manera, las precipitaciones de los últimos días del décimo mes del año, fueron suficientes para mantener las lluvias acumuladas hasta la fecha en lo que va corrido del año, muy cerca de valores típicos. Es la primera vez desde que comenzó la larga e intensa sequía que afecta la zona central en 2008, que Santiago llega al último bimestre del año sin déficit de precipitaciones”, sostiene el climatólogo.
Fuente: Latercera.com
Para un 89,8% de los chilenos, el cambio climático es muy importante, según una medición realizada por el Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián (USS), efectuada en conjunto con la Facultad de Ciencias de la Naturaleza de la misma casa de estudios. La encuesta se denomina "Chile Nos Habla".
Los efectos que más preocupan a los encuestados son la sequía, con un 73,4%; las altas temperaturas, con un 66,3%, y los incendios forestales, con un 52,9%. Luego las lluvias e inundaciones (37,6%), extinción de especies y animales (36,4%) y escasez alimentaria (26%).
"Las cifras son concluyentes. Por ello debemos ver qué hacemos al respecto, como sociedad, como Estado, cómo nos hacemos cargo sumando organizaciones, universidades y a nosotros mismos", manifestó María Emilia Undurraga, decana de la Facultad de Ciencias de la Naturaleza de la USS en el seminario "Cambio climático, ¿la única explicación?", desarrollado esta mañana en el Campus Las Tres Pascualas de la entidad académica.
Acciones para enfrentar el cambio climático La medición realizada en noviembre indica que un 82% de chilenos admitió que el tema "le preocupa". "Nueve de cada diez personas se interesa por el cambio climático, existiendo incluso el término "ecoansiedad", manifestó la decana María Emilia Undurraga, ingeniera agrónoma, socióloga y ex ministra de Agricultura.
Ante este fenómeno, la ciudadanía deposita su confianza en los científicos, con un 77,9%, seguido de los medios de comunicación, con solo 17,9%. Redes Sociales, autoridades de Gobierno y los políticos se sitúan bajo el 10%. "Los habitantes del Biobío atribuyen a las universidades el mayor interés por el tema, con un 63,2%", expresó María Emilia Undurraga.
Leyes e incendios forestales Publicada en junio de 2022, la Ley de Cambio Climático crea un marco jurídico para que el país pueda enfrentar este fenómeno en materia de mitigación y adaptación en una mirada de largo plazo. La encuesta Chile nos Habla da cuenta de que 3 de cada 4 personas no conocen esta Ley, versus un 26% que sí la conoce. De ellos, un 81% indica que la implementación de la ley "ha sido lenta".
Respecto de los incendios forestales y sequía, que causan tanta inquietud en la población, un 51, 6% de los encuestados afirma que son causados por personas, con intencionalidad; un 14,4% los atribuye a la industria forestal y un 10,4% a personas, de manera accidental. Por su parte, en cuanto a combate y prevención, los actores mejor evaluados son Bomberos, con nota 6,1; CONAF, con un 5,7 y las organizaciones ambientales (4,8). "El Gobierno reprueba, con un 3,7, pero paradojalmente queda bien representado por CONAF", agrega Undurraga, máster en Sociología y en Políticas Internacionales de Desarrollo,
Un 96,1% de chilenos dice que el país está poco o nada preparado para enfrentar el cambio climático y las sequías, y un 93,4% lo afirma sobre los incendios forestales. Al opinar sobre la principal prioridad del sector público para prevenir estos casos, lidera las preferencias contar con una mejor planificación territorial (56,6%); la coordinación entre entidades públicas y privadas (55,6%) y el desarrollo de planes de prevención en comunidades (50,5%).
Y al hacer proyecciones, la situación de incendios forestales en la próxima temporada será peor o igual que la anterior, según el 88% de los encuestados. Y en cuanto a sequía, el 86% estima que "estaremos peor".
La encuesta "Chile Nos Habla" es una iniciativa del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián. Busca aportar al debate público con datos e información de diagnóstico y contribuir a la generación de estudios, propuestas y proyectos de política pública que aborden problemáticas de interés social.
Las mediciones, que abarcan todas las regiones del país, se realizan en alianza con la consultora Studio Publico, empresa dedicada a la aplicación de encuestas de opinión pública mediante la metodología Computer Assisted Web Interviewing (CAWI). Se encuestó a entre 800 y 1000 personas, mayores de 18 años.
Detrás del estudio hay un Comité Editorial, a cargo de la definición estratégica de los temas que se someterán a medición (y de la planificación de estudios de forma intersectorial), y un Comité Técnico, que tiene por misión la revisión metodológica de la encuesta, análisis y estudios de los resultados.
Fuente: Latribuna.cl
La mayoría de las cuencas de la zona centro y norte van a experimentar de forma permanente niveles altos y extremos de estrés hídrico.“Lo que estamos viendo es que las cuencas de Chile central ya están en esa condición”, señaló Camila Álvarez, investigadora de (CR2) en CNN Tiempo.
Fuente: Cnnchile.com
La desalinización del agua de mar ha sido una estrategia clave para combatir la megasequía, especialmente para sectores como la minería, donde el recurso hídrico es fundamental para las operaciones. Sin embargo, las áreas geográficas desérticas y los costos adicionales de infraestructura, han planteado desafíos significativos para las empresas ubicadas en las regiones del norte de Chile. Es aquí donde los swaps de aguas han demostrado ser una solución efectiva.
Al respecto, Felipe Allende, socio del área minera del estudio Barros & Errázuriz, miembro de la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (Acades), explicó que “dado que el costo de transporte de agua desde la costa a la cordillera representa un monto de la inversión superior al de la misma planta desaladora, pareciera aconsejable ver opciones más eficientes de abastecimiento, dentro de los cuales se encuentran los ‘swap’ de aguas. Esto, sin embargo, requiere de acuerdos entre empresas en las que el agua suele ser un activo esencial y estratégico para sus operaciones, y en los que no existen incentivos regulatorios para hacerlos. En todo caso, consideraciones ambientales y comunitarias están empujando a muchas empresas a ver esta opción como una alternativa viable y con un extraordinario impacto en las comunidades donde los proyectos se han desarrollado”.
En ese contexto, desde Acades explicaron que los swaps de aguas implican el intercambio de suministros hídricos entre diferentes consumidores, como empresas mineras y servicios sanitarios. Esta colaboración ha permitido que las ciudades costeras sean abastecidas con agua desalada relacionada con proyectos mineros, mientras que las mineras utilizan fuentes hídricas alternativas, como agua cruda de mar, compartiendo la infraestructura existente de manera eficiente.
En esa linea, detallaron que los swaps de aguas son legalmente reconocidos por las autoridades sanitarias, lo que ha facilitado su implementación a lo largo del país. Esta práctica se ha convertido en una solución versátil y sostenible para abordar la crisis hídrica, aprovechando las características del agua tratada, que es adecuada para operaciones mineras mientras que, a su vez, lo es el agua desalada para el abastecimiento urbano bajo concesiones sanitarias.
Es así como desde la asociación concluyeron que los swaps de aguas se presentan como una herramienta innovadora y efectiva para mitigar los efectos de la crisis hídrica en Chile. “Al fomentar la colaboración entre diversos sectores y aprovechar las tecnologías como las plantas desaladoras multipropósito, estamos dando pasos significativos hacia un uso más eficiente y responsable del recurso hídrico en nuestro país“, aseguraron.
Fuente: Mch.cl
El pasado 6 de abril entró en vigencia la reforma del Código de Aguas, tras 11 años de discusión legislativa y en medio de una sequía de 14 años. Es la modificación más importante en casi 40 años y apunta a solucionar problemas en el acceso y gestión sustentable. Si bien quedan desafíos pendientes para el cuidado de este valioso recurso, la mirada de los expertos convocados a la Mesa Agua del Sustainability Chile Summit 2023, SUS 2023, es optimista. Dicen que estamos a tiempo de tomar la actual crisis -sequía, cambio climático- como una oportunidad para avanzar en medidas regulatorias y de gestión para un uso sostenible del agua, con colaboración público-privada.
"Hemos planteado con mucha fuerza salir del diagnóstico y pasar a la acción", explicó José Sáez, director de Gestión Territorial de Aguas Andinas. Con una cobertura de 2 millones de hogares (cerca de 8 millones de personas), es la empresa de servicios ambientales más grande de Chile, con una fuerte inversión en infraestructura resiliente para asegurar el suministro. Hace unos días presentaron Biociudad, su nueva estrategia para enfrentar el cambio climático y fenómenos que afectan la producción de agua potable. Se estructura en cinco pilares: búsqueda de nuevas fuentes hídricas, resiliencia, mayor aprovechamiento de las aguas subterráneas, soluciones basadas en la naturaleza y uso eficiente del recurso. Fernando Santibáñez, director de Investigación de la Universidad San Sebastián, detalló que "el cambio climático es un fenómeno global que no podemos controlar y que está produciendo cambios profundos en la forma y los tipos de lluvia, lo que hace que sea cada vez más difícil ser eficientes en el uso del agua. No solo tenemos menos agua -las precipitaciones son del orden de 25% a 30% menos que hace 100 años- sino que, además, está lloviendo con mayor intensidad, entonces el agua escurre más rápido y no somos capaces de capturarla".
Daniela Rivera, directora del Centro de Derecho y Gestión de Aguas UC, planteó que "el futuro tenemos que mirarlo con visión positiva, optimista". Una tarea prioritaria es contar con un sistema nacional de información de todas las fuentes hídricas, actualizadas en cantidad y cantidad y que "también es clave la planificación hídrica. Chile carece de un Plan Maestro del Agua, como se llama en otros países, que es el pilar estructurante de todo lo que se hace a nivel regulatorio y de gestión en esta materia. Sin este plan es muy difícil que podamos anticiparnos y plantear medidas efectivas para los desafíos futuros".
Por su parte, José Sáez destacó el gran avance que Chile ha tenido en materia sanitaria, resolviendo en poco más de una década el tratamiento de aguas residuales gracias a "una alianza público-privada muy virtuosa", dejando atrás las enfermedades entéricas y las dificultades para que productos locales ingresaran a mercados internacionales. En Santiago Aguas Andinas avanzó también en un proceso de economía circular para reutilizar los subproductos de la purificación: lodo como fertilizante, energía eléctrica que autoabastece las plantas, gas que es entregado a familias de la zona sur de la Región Metropolitana, por ejemplo.
Fuente: La Tercera
En Dubái se está celebrando la segunda jornada de la Cumbre del Clima (COP28) con un mensaje claro del secretario general de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, que ha asegurado que nos encontramos muy lejos todavía de los Acuerdos de París. Sin embargo, ha apuntado que todavía no es demasiado tarde.
Por su parte, la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (Cnuld) ha dado a conocer en el encuentro su último informe. En el escrito alertan de "una emergencia sin precedentes a escala planetaria, donde los impactos masivos de las sequías inducidas por el hombre apenas están comenzando a manifestarse".
El estudio está basado en investigaciones de los dos últimos años y destacan de que "pocos peligros, si es que hay alguno, cobran más vidas, causan más pérdidas económicas y afectan a más sectores de la población que la sequía".
"A diferencia de otros desastres que atraen la atención de los medios, las sequías ocurren silenciosamente, a menudo pasan desapercibidas y no logran provocar una respuesta pública y política inmediata. Esta devastación silenciosa perpetúa un ciclo de abandono, dejando a las poblaciones afectadas soportando la carga de forma aislada", ha comentado Ibrahim Thiaw, secretario ejecutivo de la Cnuld.
En el documento confirman que entre un 15% y un 20% de la población de China se enfrenta a sequías moderadas a graves más frecuentes en este siglo. También apuntan que 23 millones de personas vivían hace un año en situación de inseguridad alimentaria grave en el Cuerno de África y un 5% de Estados Unidos sufrió una sequía de severa a extrema el pasado mes de mayo.
La peor sequía en Europa desde hace 500 años Asimismo, confirman que aproximadamente 630.000 kilómetros cuadrados (tanto como la superficie de Italia y Polonia) en Europa se vieron afectados por la sequía el año pasado, casi cuatro veces la media entre 2000 y 2022. Fue la peor sequía en ese continente desde hace 500 años.
Y cerca de 170 millones de personas podrían sufrir sequías extremas si las temperaturas globales aumentan tres grados por encima de los niveles preindustriales, 50 millones más de lo esperado si el calentamiento se limita a 1,5 grados.
"Varios países ya sufren hambrunas inducidas por el cambio climático", indica el informe, que apunta: "No tenemos otra alternativa que avanzar de una manera que respete los límites del planeta y las interdependencias de todas las formas de vida. Necesitamos alcanzar acuerdos globales vinculantes para que las naciones adopten medidas proactivas para reducir los períodos de sequía".
Fuente: Ondacero.es
La llegada del fenómeno de El Niño, auguró un año climático muy diferente a los anteriores, uno con mayores precipitaciones. Este diagnóstico se ha ido cumpliendo a cabalidad, ya que se registró el invierno más lluvioso en casi dos décadas en Santiago y buena parte de la zona centro sur.
Para Santiago, con más de 200 mm de agua caída, el último invierno se convirtió en el más lluvioso desde 2005, fenómeno que parece no detenerse, ya que la primavera sigue siendo también unas de las más lluviosas de la útlima década.. Septiembre, octubre y ahora noviembre, también han registrado constantes episodios de precipitaciones, además de mañanas y noches más frías de lo acostumbrado para esta época del año.
Este escenario, muy condicionado ya por el fenómeno de El Niño, problamente se extenderá hasta el próximo año, pues de acuerdo al pronóstico de la Agencia Oceanográfica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA), existe al menos un 50% de probabilidades de que el fenómeno persista hasta mediados del próximo año (2024).
Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, dice que eso significa precipitaciones al alza, especialmente en invierno, pues su efecto es menos notorio durante el verano, pues la zona central es seca.
“No se parece a nada”: gran masa de agua caliente en el Pacífico hace que El Niño actúe extrañamente Y ahora, una extraña masa de agua cálida que ha aparecido en el Pacífico occidental parece estar provocando que el “fuerte” El Niño de este año se comporte inesperadamente, de acuerdo aun reportaje de The Washington Post.
La mancha está ubicada en el Pacífico centro-occidental, cerca de la Línea Internacional de Cambio de Fecha, un límite norte-sur que separa dos fechas consecutivas del calendario, dijo al periódico Paul Roundy, profesor de ciencias atmosféricas en la Universidad de Albany.
El Niño suele provocar un calentamiento en el Pacífico tropical oriental, lo que a su vez da forma a las condiciones atmosféricas y los patrones climáticos en América del Norte y en todo el mundo. Si bien el episodio de El Niño de este año no es una sorpresa (los expertos advirtieron que podría ser grande en mayo), la respuesta atmosférica “no se parece en nada a otros episodios fuertes recientes de El Niño”, dijo Todd Crawford , meteorólogo de la consultora de pronóstico meteorológico Atmospheric G2. escribió en X , anteriormente conocido como Twitter, el 8 de noviembre.
Durante los años típicos de El Niño, las aguas cálidas del Pacífico tropical oriental calientan el aire y hacen que se eleve. Pero eso no está sucediendo ahora, dijeron los expertos al Washington Post, porque el aire está aumentando en el Pacífico occidental. Parte de este aire puede estar soplando hacia el este y suprimiendo el movimiento ascendente que normalmente se ve allí, dijeron.
El aire ascendente crea condiciones de baja presión asociadas con aguaceros y tormentas eléctricas. La masa cálida en el Pacífico occidental está provocando que “caiga más lluvia tropical allí, lo que a su vez reduce la intensidad de las precipitaciones más al este porque el aire que se eleva en las tormentas del Pacífico occidental regresa hacia la superficie más al este, secando la atmósfera”. " dijo Roundy.
Fuente: Latercera.com
Reconforta al levantarse temprano, pone en marcha la circulación y crea una transición suave de la noche al día. Para muchas personas, empezar el día sin café es casi impensable. En el futuro, sin embargo, este estimulante podría costar un poco más caro.
"No les gusta ni el calor, ni la sequía, ni la humedad. Necesitan unas condiciones de sombra muy específicas y un suelo rico en nutrientes", explica von Sophie von Loeben, del Instituto de Investigación sobre el Cambio Climático de Potsdam (PiK) sobre la sensibilidad de las plantas de café. Unas condiciones que hasta ahora se daban sobre todo en los países situados alrededor del ecuador, el llamado cinturón del café. Pero las consecuencias del cambio climático están alterando este modelo.
Zonas de cultivo en peligro En muchos países tropicales se observa que el clima ya no es tan estable como antes, afirma Friedel Hütz-Adams, del Instituto Südwind. "Ahora de repente llueve mucho, hay meses sin lluvia y periodos de calor. Las plantas de café no pueden soportarlo", sostiene Hütz-Adams.
Un estudio de la organización de investigación australiana CSIRO ha demostrado que, en las últimas décadas, las condiciones climáticas desfavorables han reducido cada vez más las cosechas. También hay estudios que predicen que la superficie actualmente apta para el cultivo del café dismuniría en más de un 50 por ciento de aquí a 2050. Esto afectará a muchos caficultores, sobre todo en Brasil y Vietnam, los dos mayores productores mundiales.
¿Nuevos lugares debido al cambio climático? Como también demuestran los estudios, zonas que antes eran demasiado frías para el cultivo del café podrían ser adecuadas en el futuro, sin embargo, aquí también hay otro problema, ya que muchas de esas zonas son boscosas, algo que sería contraproducente. "Si las talo para cultivar café, agravo el cambio climático porque libero más CO2", señala Hütz-Adams.
Además, los productos cultivados en zonas deforestadas después de 2020 no podrán importarse a la UE, tal como lo estipula la legislación comunitaria. Europa es, a su vez, una de las regiones importadoras más importantes de este producto.
Hasta ahora, el mercado mundial ha estado dominado por dos tipos de café: Arábica y Robusta. Sin embargo, en la naturaleza se conocen unas 130 variedades silvestres de café, algunas de las cuales son más resistentes al calor o a ciertas plagas.
No obstante, plantar sencillamente otras variedades de café no es una solución rápida y fácil. Primero, porque desarrollar nuevas variedades lleva tiempo, y porque hay que esperar tres años antes de poder cosechar un cafeto por primera vez. Y segundo, porque los caficultores, que a menudo ya viven al límite de la pobreza, no pueden permitirse estar sin ingresos durante tres años.
Según estimaciones, este mercado mundial mueve unos 200.000 millones de dólares al año, mientras que las personas que cultivan café reciben menos del 10% de esa cantidad.
¿Cambiar el mercado? La sensibilización sobre los efectos del cambio climático está presente, dice Hütz-Adams. No obstante, aplicada a gran escala, fracasa, porque los cafeteros no tienen los recursos necesarios para financiar las medidas a fin de proteger el clima.
Según Hütz-Adams, no es razonable que los caficultores inviertan hoy, y que, posiblemente, tengan que pedir dinero prestado sin saber qué precio obtendrán por su café en el futuro. Por tanto, habría que establecer otras estructuras de mercado, formalizar contratos a largo plazo e introducir medidas de apoyo y precios de compra garantizados para incentivar a los cafeteros a adaptar su producción al cambio climático.
Fuente: 24horas.cl
El crecimiento demográfico, la crisis climática, los conflictos armados o el vertido de sustancias han puesto en jaque la disponibilidad de agua potable a nivel global. Tanto así, que la World Resources Institute (WRI), encargada de investigar los recursos que le quedan al planeta, asegura que cerca de una quinta parte de los países del mundo padecerá agudos recortes en el suministro para 2040.
Para la organización, el estrés hídrico es uno de los mayores problemas que enfrentamos hoy en día. Dicho indicador se puede definir como un cociente de la cantidad de agua extraída del medio natural dividida entre el total del recurso. Cuando el resultado da más de 40%, se concluye que el estrés es alto. Si es más de 80%, es muy alto.
En la actualidad, Oriente Medio sobresale como la región más vulnerable a esta coyuntura según datos de la ONG con sede en Washington D.C., pues 14 de los 33 países que tienen más probabilidades de enfrentarse a recortes en el suministro de agua se encuentran ahí. Entre ellos, hay nueve naciones que podrían sufrir fuertemente la escasez de agua: Bahréin, Kuwait, Palestina, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Omán y Líbano.
Incluso, se contempla que el déficit pueda incrementar de 40% al 70% para 2040 en Australia, Indonesia, Filipinas, Mongolia, Namibia, Sudáfrica, Botsuana, Perú, Chile y distintos países del norte de África.
Con respecto a América Latina, Chile es uno de los casos más graves de los que se tiene registro, pues la institución prevé que pase del nivel moderado de escasez que registró en 2010 a una escasez extrema de agua para 2040. Ello se explica por la combinación del aumento de temperaturas y cambios de comportamiento de la lluvia, que ya han llevado a la nación que gobierna Gabriel Boric a enfrentar una crisis hídrica severa en la actualidad.
La investigadora del Centro Avanzado para Tecnologías del Agua (Capta) de la Universidad de Chile, Yolanda Alberto, dijo a Forbes que el país ha buscado soluciones principalmente a través de legislaciones. Por ejemplo, en 2021 se emitieron decretos que declararon a diversas provincias y comunas de las regiones de Valparaíso, Coquimbo, Metropolitana, Los Lagos y Atacama como zonas de escasez hídrica.
Recientemente, se aprobó un proyecto de ley de código de agua que la clasifica como un bien nacional de uso público, priorizando su uso para consumo humano y saneamiento. Para la académica, esto representa un cambio significativo si se tiene en cuenta que los derechos del agua en Chile eran privados y permanentes hasta ahora.
El nuevo proyecto también establece concesiones renovables de 20 o 30 años para nuevos derechos de agua que definan usos más eficientes y responsables, así como sanciones más severas para quienes no los cumplan, especialmente en sectores como la agricultura, minería y energía, que representan una gran parte del consumo hídrico. Como último recurso, se establece la posibilidad de expropiación de derechos de agua en caso de una grave escasez que afecte al consumo humano, la atención médica o el saneamiento básico.
Si bien se puede tomar a Chile como el caso más preocupante ante las proyecciones de WRI, no sería el único país donde se debe actuar, pues la mayoría de las grandes ciudades en América Latina tienen problemas relacionados con el abastecimiento de agua. De ahí que, a principios de este año, se firmara la Agenda Regional de Acción por el Agua en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), con sede en Santiago. Esto busca alinearse con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, especialmente aquellos ligados a agua limpia y saneamiento para la población civil.
Para mejorar la eficiencia de los sistemas de agua potable, constantemente se desarrollan técnicas de diagnóstico y optimización. Sin embargo, cada una de estas herramientas debe adaptarse a las condiciones específicas del lugar donde se utiliza. El problema es que, en algunos casos, la población civil no ha sido la prioridad.
Fuente: Forbes.co
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