
A continuación encontrarás una selección de las publicaciones más relevantes sobre los recursos hídricos en Chile de la semana de 27/06/2022.
Chile: Pronóstico y seguimiento del balance entre oferta y demanda hídrica para el sector agrícola
En Chile, sequías de uno o dos años de duración han ocurrido desde que existen registros pluviométricos y se asocian a variaciones climáticas de origen natural, las que se han enfrentado mediante la realización de diferentes acciones paliativas, como la construcción de obras hidráulicas o la asignación de subsidios agrícolas (CR2, 2015). Sin embargo, al año 2022 llevamos 13 años de sequía de manera consecutiva, lo cual implica que los subsidios y la construcción de obras no resultan suficientes para abordar este problema. Esto se traduce en una escasez hídrica que ha sido agudizada por un aumento de la demanda de agua que supera la disponibilidad de agua necesaria para llevar a cabo las distintas actividades productivas, sociales o ecológicas. Esto último ha sido provocado, entre otras razones, por el sobreotorgamiento de derechos de aprovechamiento de aguas que se ha concedido en distintas cuencas del país o por la mala calidad del agua que limita su uso para los distintos fines.
En la actualidad, la sequía prolongada y la escasez hídrica mantiene a los distintos sectores en constante tensión por el uso del agua en los diferentes territorios. Distintos estudios indican que la agricultura es una de las actividades que más agua consume, bordeando el 75% del agua utilizada, por lo cual la eficiencia de uso de agua en este sector económico se vuelve relevante en la búsqueda de soluciones, en conjunto con la gestión que pueden hacer las organizaciones de usuarios de agua (OUA) cuando estas se encuentran constituidas y fortalecidas puesto que se transforman en espacios de interacción entre los distintos usos del agua, situación que no es generalizada dentro del país. Junto con la existencia de las OUA, para alcanzar la sustentabilidad del sistema y mejorar la competitividad de los distintos sectores económicos se requerirá de tecnologías que permitan mejorar la eficiencia en el uso del recurso hídrico y también de lograr mecanismos que permitan la reasignación oportuna y dinámica de los recursos que dejan de ser utilizados producto del aumento de la eficiencia.
El proyecto 1 del Centro Avanzado para Tecnologías del Agua -CAPTA, liderado por la Universidad de Chile con la colaboración de las Universidades de Atacama y Playa Ancha, denominado «Pronóstico y seguimiento del balance entre oferta y demanda hídrica para el sector agrícola, basado en la combinación óptima de imágenes satelitales y sistemas de medición in situ» tiene como finalidad contribuir a la eficiencia en la distribución del agua a nivel de cuenca, mediante el aporte de información que permita transferencias transitorias de agua entre usuarios. Esto, a través del desarrollo de un producto de pronóstico de caudales a nivel semanal y la estimación de la demanda de agua mediante el monitoreo satelital de la evapotranspiración del cultivo. El proyecto está localizado en la primera sección de la cuenca del río Aconcagua, donde se está estimando la demanda de agua de los diferentes cultivos a través de la información de evapotranspiración real a nivel semanal, lo que indica que como mínimo se debe contar con esta cantidad de agua para el desarrollo de los diferentes cultivos.
Este proyecto no se trata sólo de proporcionar información de pronóstico de caudales y de estimar la demanda de agua de los cultivos, sino también poder conectarla para un mismo territorio, en este caso la primera sección de la cuenca del río Aconcagua, lo que se convierte en un aporte para mejorar la eficiencia hídrica y la sustentabilidad del sistema en un territorio determinado. La Junta de Vigilancia de esta sección del río Aconcagua será la beneficiaria de esta información, pudiendo transferir a sus socios información relevante para la toma de decisiones, respecto a la gestión de sus recursos hídricos.
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Sociedad Nacional de Agricultura: «El uso del agua en Chile ha sido muy bien hecho»
El Presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Cristián Allendes, se refirió a la sequía que afecta a nuestro país, asegurando que «los usuarios de agua han tenido un trabajo extraordinario en los canales y cómo se administran». Algunos de sus comentarios se refirieron a que los gobiernos no han hecho la inversión hídrica necesaria, ya llevamos 13 años de sequía, urge hacer embalses y estar disponible para las plantas desaladoras. Todos los países en vías de desarrollo han invertido para asegurar el uso del agua, como el consumo humano y el uso agrícola. Hoy el borrador de la nueva constitución nos quita los derechos de agua. Ahí hay un gran problema porque nos sabemos como los van a entregar, y eso es gravísimo porque la agricultura necesita de tiempos largos para poder prepararse.
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Mineras responden con fuerza demanda conjunta del CDE por daño ambiental en el Salar de Atacama
A casi tres meses del inicio del proceso por la extracción continua del Acuífero de Monturaqui-Negrillar-Tilopozo, al sur del Salar de Atacama, Escondida, Zaldívar y Albemarle aluden a que el daño es «inexistente» y que la acción de reparación está «prescrita».
Sin contemplaciones y con duras afirmaciones en extensos escritos. Así fue la defensa de Minera Escondida, Albemarle y Compañía Minera Zaldívar frente a la demanda conjunta de reparación por daño ambiental presentada ante el Primer Tribunal Ambiental por el CDE por la extracción continua de recursos hídricos del Acuífero. Según el CDE, esto tuvo por efecto «un descenso superior a 25 centímetros del nivel freático, superándose con ello de forma permanente en el tiempo, desde el año 2005, la disminución máxima aceptable que pueden soportar los sistemas vegetacionales del sector.
El pasado 15 de junio cuando las mineras presentaron oficialmente sus descargos. Los abogados Patricio Leyton y Raimundo Moreno, en representación de Minera Escondida, responde la demanda del Estado y otra de la Comunidad Indígena Atacameña de Peine, asegurando que ambas demandan un «daño inexistente».En relación con el supuesto daño, recalca que no es efecto que se haya producido una afectación a la capacidad de regeneración del acuífero Monturaqui-Negrillar-Tilopozo, pues «el largo período de recuperación de los niveles freáticos formó parte integrante de la evaluación ambiental del permiso de Escondida». También, la minera descarta «por completo» la existencia de los demás daños demandados por el CDE en la flora, fauna, servicios ecosistémicos, biodiversidad y comunidades «que pudieran ser atribuibles a Escondida». Así, en un extenso escrito de 130 páginas, advierte que existe un último actor cuya participación podría tener incidencia bajo el planteamiento de los demandantes y especialmente del CDE, pero que no fue emplazado. «En el sector del Salar no solamente desarrolla actividades Albemarle, sino que también lo hace SQM», advierte. En tanto, Compañía Minera Zaldívar aclara que el daño ambiental alegado en la demanda resulta ser «absolutamente inexistente», sosteniendo que la totalidad de los antecedentes técnicos disponibles acreditan «fehacientemente» que el supuesto daño ambiental atribuido a la extracción hídrica de la minera «no existe ni existirá en el futuro». En esa línea, va más lejos y recalca que «las alegaciones de la demanda se basan en meras conjeturas carentes de toda base y certidumbre».
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Sequía y desertificación
Cifras provenientes de distintas fuentes dan cuenta de la frágil situación del recurso hídrico en Chile: 76% de la superficie chilena está afectada por sequía, desertificación y suelo degradado (SudAustral Consulting SpA, 2016); la totalidad de los glaciares estudiados están en retroceso por el aumento de temperatura (DGA, 2011), mientras 110 acuíferos del país se encuentran actualmente con una demanda comprometida superior a su recarga (Ministerio del Interior, 2015). Según el último balance hídrico realizado por la DGA (2020), entre 13 y 37% han disminuido los últimos 30 años los caudales de agua superficial de las cuencas del Aconcagua, Maipo, Rapel, Mataquito y Maule.En este mismo estudio se proyecta un aumento de temperatura entre 1 y 2,5°C con una baja de precipitaciones que indica una reducción de hasta 50% entre el 2030 y 2060 en algunas zonas del país. Sin ir más lejos, está semana se publicó un ranking con las comunas que percibían mayor consumo de agua potable por cliente residencial, con respecto a litros diarios; según estadísticas de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (Siss), con cierre del 2021. La lista es liderado por Pirque (211,2 litros/día), Lo Barnechea (198,1), Puchuncaví (190,5), Colina (145,8) y Calera de Tango (143,5).
Posibles soluciones: Primero está el eje de la gestión e institucionalidad del agua, como el engranaje fundamental que moviliza y habilita soluciones en el corto, mediano y largo plazo.
En segundo lugar, las tendencias y recomendaciones a nivel mundial sugieren que se deben tomar las medidas necesarias para proteger y conservar nuestros ecosistemas hídricos, dado que son la base fundamental para la vida y cualquier desarrollo posible.
El tercer eje es la eficiencia y el uso estratégico del recurso, donde en contexto de sequía y escasez se hace indispensable optimizar y reducir el requerimiento de agua de los procesos productivos; se estima que el uso eficiente y responsable del agua, por parte de los sectores productivos intensivos en su consumo, podría reducir considerablemente la brecha actual y futura del vital recurso. El último eje es la migración e incorporación de nuevas fuentes de agua, donde los usuarios intensivos de agua se desacoplan de las fuentes de agua natural en la cuenca, dejándola disponible para otros usos vinculados a la conservación y mantención de procesos vitales.
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Combatir la sequía y la desertificación
Por Margarita Ducci, directora ejecutiva de Pacto Global Chile (ONU)
Si bien, en el mundo, se ha conseguido progresar ampliando la disponibilidad de agua potable y saneamiento, existen miles de millones de personas que aún carecen de acceso a este servicio básico. De hecho, una de cada tres personas no cuenta con agua potable salubre y dos de cada cinco personas no disponen de algo tan necesario como una instalación simple destinada a lavarse las manos con agua y jabón. A ello se suma el grave impacto del cambio climático en el ciclo del agua en diversos lugares del planeta, como la fuerte variación de precipitaciones, cambios en la evaporación y la temperatura del agua, con graves consecuencias para los ecosistemas, la biodiversidad, la salud y la subsistencia de cientos de millones de personas.
La escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial y se prevé que este porcentaje aumente. Chile se encuentra en el 18º lugar del ranking mundial de riesgo hídrico según el World Resources Institute, lo que significa que estamos frente a un estrés hídrico de proporciones, por lo que debemos cuidar hasta la última gota de agua en el uso doméstico, industrial y de riego. Este crítico escenario implica desafíos en materia de gobernanza, regulación y gestión del agua. Debemos con urgencia y en conjunto desarrollar técnicas sostenibles que conlleven a preservar, proteger, reducir, mantener y ahorrar el agua para las futuras generaciones. El enorme desafío consiste en dar prioridad a la búsqueda de soluciones alternativas reales y al alcance de todos, para que haya suficiente agua para nuestras necesidades, mejorando la planificación a largo plazo y una gestión eficiente, capaz de garantizarla.
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Urgencia ante la escasez hídrica
Señora Directora:
Chile enfrenta una escasez hídrica que afecta directamente a la actividad humana. Según informes del IPCC (2021), el país sufrirá más sequías y olas de calor, que afectarán la vegetación, ríos, capacidad de embalses, actividades agrícola-ganaderas y la disponibilidad para consumo humano.
Así, se requieren estrategias radicales a distintas escalas: en lo territorial, reconocer el manejo de cuencas hidrográficas como unidad básica de planificación territorial, dadas sus características físicas ubicuas. A escala urbana, comprender que las ciudades son parte de un ecosistema e implementar Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN), como ha sugerido el Ministerio de Ciencia, en pos de la resiliencia de sociedades y ecosistemas.
En relación con el ciclo hidrológico, reducir el escurrimiento del agua de lluvia por la red de drenaje hasta la red fluvial; mejorar el almacenamiento de aguas lluvias y la cobertura vegetal, con parques fluviales y otros; y el tratamiento de aguas grises en hogares y edificios de uso público.
Finalmente, es vital educar transversalmente sobre el buen uso del agua y, en particular, preparar a futuros profesionales para el diseño de ciudades y edificios que contribuyan con estas estrategias.
Elizabeth Wagemann y Margarita Jans
Escuela de Arquitectura UDP
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